Fabio Vallejo
@revistadoblepensar
Un día, dieron la orden de segregarnos en clases,
teniendo al dinero como referencia.
Encontraron oportuna esa alegoría rastrera,
ese eufemismo geológico: estratos.
De alguna manera, cumplieron su sórdida fantasía de enterrarnos en vida,
bajo el peso del sedimento del poder.
Atrapados en la mortaja del subdesarrollo.
Condenados al ostracismo subterráneo;
a la asfixia mecánica del desempleo y la ignorancia.
A pesar de todo, desde abajo, vendrá el gran cataclismo.
Los nadies emergerán a la superficie.
A ellos, los que nos sepultaron, no los enterraremos.
La tierra será para la labranza.
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